Superhéroes, gladiadores, caballeros andantes… todo muy glamuroso y tal, sí.
Todos admiran al Miura. Pero nadie se pone en su piel. A veces debe de ser duro ser un Miura, la mayoría terminan en el matadero, muy pocos pisan la plaza y sólo los más nobles, con mucha suerte, indultados… pero… al final de cada historia de superhéroes SIEMPRE hay alguien que tiene que hacer el trabajo que nadie quiere…
La faena de ser un Miura es que un Miura nunca abandona la faena…
…y otro día hablamos de los 600. Prometido. 🙂
.