Ciencia sin Consciencia = Apocalipsis.

La preocupación sobre la posibilidad de que una bomba atómica pudiera incendiar toda la atmósfera terrestre fue planteada inicialmente por Edward Teller en 1942, cuando se presentó en Berkeley durante los primeros pasos del Proyecto Manhattan. Teller llegó con una idea inquietante que compartió con sus colegas: sus cálculos sugerían que una explosión nuclear podría desencadenar una reacción en cadena que incendiaría la atmósfera del planeta.

Los científicos involucrados en la advertencia

Hans Bethe, quien dirigía la división teórica del Proyecto Manhattan, fue uno de los primeros en recibir esta preocupante teoría directamente de Teller. Según el relato de Bethe en una entrevista de 1991, Teller entró a su oficina y le planteó la aterradora pregunta: «¿Qué pasaría si explotamos una bomba atómica en el aire? ¿Eso incendiaría la atmósfera?».

Los cálculos de Teller indicaban que si se fusionaban dos átomos de nitrógeno (que compone el 78% de la atmósfera), se produciría una reacción en cadena autosostenible que podría convertir toda la atmósfera en un plasma, destruyendo toda la vida en la Tierra. Esta reacción sería similar a la fusión nuclear que ocurre en el interior de las estrellas.

La consulta con expertos

Cuando Robert Oppenheimer se enteró de esta teoría, buscó la opinión de Arthur Compton, quien estaba más calificado que Einstein para revisar cálculos de mecánica cuántica y ya formaba parte del Proyecto Manhattan. Compton concluyó que era «absolutamente imposible» incendiar la atmósfera, lo que tranquilizó al equipo.

La apuesta macabra de Fermi

A pesar de los cálculos que descartaban el riesgo, Enrico Fermi planteó una apuesta de tintes macabros entre sus colegas en Los Álamos sobre las posibilidades de que la prueba Trinity acabase incendiando la atmósfera. «Algunos aceptaron», según relata Bethe, aunque él mismo garantiza que durante la prueba de julio de 1945 estaba absolutamente seguro de que no se desencadenaría una reacción apocalíptica.

Confirmación posterior

J. Robert Oppenheimer, leader of the Manhattan Project and father of the atomic bomb
J. Robert Oppenheimer

Los documentos desclasificados en 1973 revelaron que los científicos habían calculado correctamente que la probabilidad de ignición atmosférica era cero. Para que se produjera tal reacción en cadena, harían falta densidades atómicas mayores que las existentes en la atmósfera. Aunque sí se pueden generar reacciones de fusión en el corazón de una explosión nuclear, estas no pueden propagarse más allá de la zona de detonación.

La preocupación fue tan real que, según testimonios, hasta el mismo día de la prueba Trinity el 16 de julio de 1945, los científicos mantenían cierta incertidumbre sobre si la bomba podría acabar con la vida del planeta. Sin embargo, decidieron seguir adelante con el experimento que cambiaría para siempre el curso de la historia humana.

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