Pues nada, que me levanto yo el otro día de la cama con el «capricho» de…

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…acercarme a la Asociación Española de lucha Contra el Cáncer (AECC) para ofrecerme de voluntario para hacer acompañamiento a enfermos terminales en sus últimos momentos.

Sí, ya sabéis, ese tipo de «caprichos» con los que uno se levanta por la mañana un buen día por aquello de ver qué sucede cuando te callas la puta boca del «que alguien haga algo» , voy a plasmarlo en un blogck para que se vea cuán compasivo soy y así de paso le digo a la peña lo que «tiene que hacer», voy a escribir un tuit sobre lo iracundo e indignado que estoy, voy a darle un like a este que piensa lo mismo que yo… etc etc etc…. y en su lugar te decides a arrimar el hombro del «pues lo voy a hacer YO« en lugar de invertir paupérrimamente los trillones de nanosegundos vitales que te quedan en juramentar a Dios por lo jodido del zanahorio, el netaniaju, la madre que los parió a todos et alia.

Dicho y hecho. Entrevista con la coordinadora de voluntarios. Una persona de un trato humano increíble y una sonrisa quasi-perenne en la cara. Todo de pm. La entrevista, de 1 hora de duración, sobre ruedas. Hasta que, «por protocolo», me hizo la pregunta en la que todiós me había dicho que tenía que mentir si quería que me abriesen la puerta. La pregunta pues ya os la imagináis.

Y claro, yo, que como ha quedado demostrado por aquí fehaciente y sobradísimamente soy Gelipollas S.A. además de MUY cabezón, no concibo tenerle cogida la mano a una persona que se te está abriendo en canal en los últimos instantes de su Vida y mientras, ocultarle lo que acontece en la mía. Porque se llama Empatía y esa no se puede impostar. Y se llama Honestidad. Que, para mí, no es negociable.

Así que, tras titubear unos instantes, lo dije, qué hostias, aquí hemos venido a jugar.

Resultado: A la coordinadora le cambió la cara. A tristeza. Porque sabía lo que se estaba perdiendo.

3 días después y tras consultarlo con la Jefatura Central de la AECC y por «normas internas», puertas cerradas, claro. Por mi bien, me han dicho. No vaya a ser que sufra mucho y eso me perjudique. Como si yo fuera allí exclusivamente a sufrir porque me va el BDSM. Como si no fueran precisamente mi Alegría y mi Paz para conmigo mismo lo que tirasen de mi timón Vital. Pues bueno. Pues vale. Pues me alegro.

Dato: Estoy moderadamente mojjjqueado, sí. Es de todo punto de vista ilegal lo que me han hecho. Me asiste la nueva Ley de Voluntariado aprobada hace 2 semanas. Estoy pensándome si pelearlo en los juzgados o no. Hmm. Veremos.

Mientras tanto, uno al que primero le miraron con cara rara y que luego lo peleó:

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