.
Percibo a mi alrededor hordas y hordas de intelectualillos de pitifuá con cocos inmensos dedicados a procesar a n-mil neuronas por segundo una cantidad gigantesca de datos irrelevantes.
.
«Para ser inteligente primero hay que ser capaz
de darse cuenta de qué es lo importante.»
.
La frase es mía, me podéis citar a discreción.
Y ¿cómo saber qué es lo importante? ¿Lo REALMENTE IMPORTANTE que da Sentido a todo lo demás?
Pues lo realmente importante es saber resolver el Problema de la Existencia Humana en este Multiverso Simulado (o no).
El apasionante Viaje al Nosce Te Ipsum lo llamaban otros.
.
.
.
.
Leary, otro Crack, Puto genial.
ESE y no otro es el ÚNICO test de inteligencia que en última instancia me creo.
A ojo de buen cubero:
Con una inteligencia pobre es más que probable sentirse muy feliz.
Con una inteligencia en la media es probable que algunas personas alcancen una felicidad moderada.
Con una inteligencia muy grande es bastante probable que la persona sea bastante o incluso profundamente infeliz.
Pero con una inteligencia que roce la genialidad, POR DEFINICIÓN esa persona ha de haber alcanzado la Plenitud y Realización de su Ser.
.
Yo, por cierto, creo que me encuentro en el último caso. Bueno, creo no, sé.
Es obvio que rozo la genialidad. Véase: TODA MI AUTOBIOGRAFÍA DESDE EL 31 DE AGOSTO DE 1975 AL 15 DE AGOSTO DE 2023 EN UN SÓLO PÁRRAFO.
Es autoevidente que tengo CERO problemas, por haberme quitado de encima un infinito número de necesidades —cosa que muy poqüitos están dispuestos a hacer, pero luego te señalan con el dedito de señalar por sentirse ellos INCAPACES para tomar mis mismas decisiones vitales—, me siento ya no sólo feliz (palabrita en minúsculas y que tan sólo es el chocolate del loro o la zanahoria delante del burro para que continuemos remando hasta la extenuación de nuestras almas) sino plenamente Realizado en Plenitud de mi Ser.
¿Y qué surge como «subproducto» de todo ello? Pues una profundísima Compasión por mi próximo/prójimo claro: ergo mi inteligencia es ÓPTIMA.
Yo sé que si uno, tras muchos túneles de Realidad consigue «llegar» a estas cosas (samadhis/satoris/iluminaciones…), lo conveniente para no ser dilapidado es callárselas. Pero yo, como vivo en la permanente paradoja de la genialidad-gilipollesca, pues no me lo callo. Y después ya, que le aproveche a quien le aproveche. Y así (de bien) me va, claro. 😆
He atravesado por unos 7 infiernos, que decía el bueno de Kurtág (hola @clipman !) y he conseguido salir vivito y coleante de todos ellos: me pongo como ejemplo y doy testimonio de que SE PUEDE resurgir de las cenizas como el Ave Fénix que todos y cada uno de nosotros llevamos dentro.
.
.
.
.
.
.
SE PUEDE. Yo he podido.
.
Tú también.
.
.
.
Descubre más desde Sé y Haz.
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.




Comentarios recientes