«Sé y Haz» cumple 20 añitos. Sí. Todo lo que he escrito me parece paja.

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A primeros de noviembre de 1273, Santo Tomás de Aquino comienza con el tratado de la Penitencia. Dicta y escribe varias cuestiones. El día 5 de diciembre termina dictando la cuestión 90, que versa sobre las partes de la Penitencia en general. En la mañana del día siguiente, el 6 de diciembre de 1273 cuando celebró la misa de la Festividad de San Nicolás en la capilla del convento de Nápoles dedicada a ese santo, vivió una profunda transformación (fuit mira mutatione commotus). Ha tenido un arrobamiento muy prolongado y ha derramado muchas lágrimas. Está como fuera de sí. Como era su costumbre, oye otra misa, pero no ayuda en ella. Quieto, de rodillas, no hace más que llorar, aunque no está triste… A partir de allí, habiendo llegado al tratado de la Penitencia de la tercera parte de la Summa, dejó de escribir y dictar a sus ayudantes (et post ipsam Missam numquam scripsit neque dictavit aliquid, imno suspendit organa scriptionis in tertia parte Summae, in tractatu de Poenitentia).

Al regresar a su celda, fray Reginaldo de Piperno, su fiel amigo, secretario y confesor, y los demás escribientes, se presentan ante Tomás para continuar el trabajo. Fray Tomás amablemente les dice que no puede continuar. Los escribientes dejan al Aquinate con su socius Reginaldo.

Asombrado, mira a su alrededor. Sorpresa. La mesa de trabajo de fray Tomás está vacía: los códices, los papeles, las plumas, los tinteros están en un armario. Tomás está arrodillado en el suelo llorando. Fray Reginaldo le pregunta: «Padre, ¿por qué has abandonado un trabajo tan grande (se refería a la Summa Theologica), comenzado para alabar a Dios e iluminar al mundo?» (Pater, quomodo dimisistis opus tam grande quod ad laudem Dei et illuminationem mundi coepisti?). Tomás le contestó: «Reginaldo, no puedo más…» (Raynalde, non possum…). Día tras día, se repite la conversación. Pasada una semana, Reginaldo, temiendo que la salud mental de su amigo estuviese en peligro debido a los ayunos y el esfuerzo intelectual grandísimo al que se sometía, le rogó que siguiera su gran obra. Pero Tomás exclamó:

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«No puedo.

Todo lo que he escrito me parece paja comparado a lo que he visto y me ha sido revelado»

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(Non possum quia omnia quae scripsi videntur mihi paleae respectu eorum quae vidi et revelata sunt mihi).

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Santo Tomás de Aquino murió el 7 de marzo de 1274.

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¡Gracias por estar ahí!

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3 Replies to “«Sé y Haz» cumple 20 añitos. Sí. Todo lo que he escrito me parece paja.”

  1. Avatar de supergarko supergarko dice:

    Muchísimas GRACIAS a tí. Han pasado muchas cosas en estos 20 años, yo llevo aquí supongo que desde el principio y no puedo más que agradecerte lo que me has dado. Lo que me has enseñado o lo que he aprendido con tus entradas. Este blog sin duda ha sido mi tesoro.

    ¡un abrazo enorme!

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  2. Avatar de bicicloetereo bicicloetereo dice:

    Yo también supongo llevo aquí desde el principio 🙂 (o no, claro), gracias Anton! por 20 años de mindfucking, larga vida n0sce!

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