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Vivir es ser Útil a los demás.
Séneca
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Pues nada, que resulta que ayer por la tarde-noche lo pasé de puta madre con un@ de vostr@s en un bareto de esos míticos con un par de cervezas, una jarra de vino de coco (¡peligrosísimo!), snacks extrusionados de tapa para cenar y grandes éxitos de los 80-90-00 de fondo musical. Ñam.
Nos salió el tema de la generosidad, a cuento de que, PARA MÍ al menos, es una de las cualidades CENTRALES en las que me fijo en cualquier tipo de persona. Hay más, pero esa es una de las hardcore. Hale, ahí tenéis un secretito más de tito n0sce.
Y la desarrollo por aqüí porque en vivo y en directo a mi fermosa cabecita le cuesta ordenar el torrente de relaciones pensamentales que me surgen a borbotones sobre el instante. Me resulta más sencillo posar lo que pretendo decir. De ahí mis pausas deliberativas al hablar, para los que me conocéis in person.
Generosidad.
Empecemos por el DRAE:
Del lat. generosĭtas, -ātis.
1. f. Cualidad de generoso.
2. f. p. us. Valor y esfuerzo en las empresas arduas.
Del lat. generōsus.
1. adj. Dadivoso, franco, liberal.
2. adj. Que obra con magnanimidad y nobleza de ánimo. U. t. c. s.
3. adj. Abundante, amplio. Plato generoso. Escote generoso.
4. adj. Excelente en su especie. Caballo generoso.
5. adj. p. us. Noble y de ascendencia ilustre.
Continuemos por su etimología:
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Bueno, pues parece que la Generosidad está directa e intrínsecamente relacionada con otra cualidad en la que yo también me fijo MUCHO pero que MUCHO: la NOBLEZA.
Esto dice el DRAE:
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Me quedo con dos cosillas: que nobleza y generosidad van de la manita y con eso de que el noble aventaja a los demás en cualidades. Además de que el noble: COGNOSCE. Y a quién cognosce el noble más que a nadie?: pues a sí mismo, claro, que es EL ineludible requisito antes de estar en condiciones de cognoscer a los demás para, acaso, decidir echarles un cable.
Así que tenemos que el generoso es noble, con el matiz de que el noble tiende a Conocerse a Sí Mismo: de ahí la descripción del noble como PRECLARO.
Vale.
Ahora vamos al meollo del asunto.
El generoso obra con MAGNANIMIDAD. Es decir, como los ingleses versan: goes the extra mile. Vamos, que da todo de sí Y UN POCO MÁS de lo que se espera de él.
¿Os suena de algo esa actitud vital?
En efecto, es la de una buena MADRE arquetípica. Y también el de un buen padre, claro, pero una madre nos ha llevado dentro a cada uno de nosotros. Amor incondicional del weno patanegra. Amor del que va un pasito más allá.
El generoso está PRESENTE, atento y al loro para entrar en escena tan pronto detecta que su presencia es requerida. Como Superman, vamos. El generoso no espera a que le llamen: como el buen amigo, acude como las plaquetas acuden allí donde está la herida sangrante. ¿Necesitáis llamar a un buen amigo cuando las estáis pasando putas? Entonces, en mi opinión, deberíais plantearos si realmente es un buen amigo. El buen amigo lo deja todo y acude sin que le llamen. Yo me tengo por un buen amigo, de esos que también a mí me gusta tener —y que, afortunadamente, tengo—, por cierto.
El genuinamente generoso no se detiene en los buenos amigos: goes the extra mile y está PRESENTE para los demás.
El auténticamente generoso responde a las necesidades del otro de forma ESPONTÁNEA.
También en mi opinión, lo contrario de la generosidad no es el egoísmo sino la INDIFERENCIA. El egoísta tiene ojos para El Otro, si bien de forma perversa, mientras que el indiferente obvia por completo su Humanidad. En otras palabras: mientras que el egoísta es esencialmente TONTO, el indiferente es esencialmente un PSICÓPATA.
El generoso, por lo general, es una persona MUY inteligente: porque si definimos inteligencia como la capacidad de adaptación al medio, el inteligente se da cuenta de que la BONDAD es la más inteligente de las actitudes vitales. Otro día si queréis entramos en porqué ser bueno es inteligente.
Uno de los mayores errores que, en mi opinión, se comete al pensar en la generosidad como algo que tan sólo ha de ir en un sentido y no en el de vuelta es el cuestionar la generosidad de un acto si nos aporta un rédito existencial en forma de satisfacción, aduciendo qu tal acto se ha realizado con motivaciones egoístas. Pues no, hoygan, mireusté. Es mezquino rechazar la satisfacción inherente al acto de Dar: porque estaríamos negándonos a nosotros mismos la capacidad de RECIBIR, y ese sí que es un pecado de los mortales por necesidad. Porque si tan importante es saber DAR no lo es menos aprender a RECIBIR.
En quién me estoy inspirando para describir todo lo anterior? Pues en algunas de las personas más genuinamente generosas que yo me he encontrado por ahí: las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Francamente, si no fuera porque soy agnóstico y no me entra en la cabeza la idea de un Dios que haya podido crear Auschwitz (como tampoco le entraba en la cabeza al superviviente de los campos de concentración, Primo Levi), me haría cristiano. Porque el mensaje del Chus es LA [H]OSTIA en verso: AMOR incondicional al Otro como a Uno mismo. Caridad de la wena. El famoso AGAPE. Buah chaval.
Las Hijas de la Caridad me enseñaron muchas cosas, pero entre otras, lo que es el verdadero Amor: ese que Da sin esperar recibir nada a cambio, efectivamente. ¿Y dónde las conocí? Pues tratando de «hacerme el generoso» como voluntario en la Cocina Económica de Santander, institución dedicada a ESTAR ahí con los menos favorecidos por esta s[o-u]ciedad de mierda que nos hemos montado entre todos. Me pillaron para el grupo de teatro. Algo que, por cierto, me da mucha vergüenza, pero que me sirvió para salir de la tan jodidamente jodida zona de comfort. Y yo que creía que allí mis «servicios de generosidad» iban a ser tan apreciados y me iba a llevar muchas autocondecoraciones existenciales… pues lo que menos sabía yo es que allí iba a conocer al que probablemente sea la persona más genuinamente generosa que yo haya conocido jamás y que tanto me ha Dado él a mí:
El Gran Xavi, claro:
- >>>>> Xavi: «Darte a la gente a cambio de nada es lo mejor que puedes hacer.» ¿Cuál ha sido el momento más feliz de la Vida de Xavi?
- Esta es la cara de mi amigo Xavi mientras carga su pipa de plástico de 5 euros, 48 horas después de decirme que…
- Xavi cuenta un chiste.
- Xavi, ¿qué sucede si tienes mucho orgullo?
- Xavi – Cómo ser rico.
- Xavi – Loco con Corazón de Ángel.
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Obviamente todo lo anterior no son más que descripciones ideales en un mundo ideal. La realidad Real es que quasi-todos y cada uno de nosotros hacemos, en la mayoría de las ocasiones, lo que buenamente podemos. Vale. Bien. Es un primero paso hacia la genuina generosidad, puede valer. Pero si este artículo pretende algo es servir de Brújula apuntando a un Norte. Norte que soy el primero en tratar de aplicarme, de forma que escribo todo esto «egoístamente», para mí en primer lugar a modo de «nota mental» y «accidentalmente» para quien quiera/pueda Recibirlo, claro.
El Amor es la única cosa que crece cuando la compartes, decía noséquién. Pues eso.
¿Cuál es, también en mi opinión, el OBJETIVO de nuestra Existencia?:
Alcanzar un sentimiento de PLENITUD. Un revuelto de setitas hawaiianas ayuda en esto de alcanzar la Plenitud, pero no menos lo hace la Generosidad: Generosidad y Plenitud también van de la manita. De ahí lo que comentaba antes de que ser generoso y bueno es MUY inteligente.
Creo firmemente que buscar la PLENITUD permaneciendo indiferentes al sufrimiento ajeno es un error de proporciones bestiales. La Compasión sin la Acción es hipócrita. Competencia vs. Cooperación: el gran lastre de nuestra Civilización. POR AQUÍ deberían empezar TODAS las políticas económicas y sociales del mundo entero. Adam Smith habló de los principios del librecambismo y de la puta mano invisible del mercado, que tan talibanamente han seguido a pies juntillas neocones y post-libegales. Pero se olvidan de que Adam Smith (a quien tan sólo he leído muy por encima, pues uno tiene mejores cosas en las que invertir su tiempo, por pura economía vital…) también habló de la necesidad que tenían los individuos de considerar el BIEN AJENO, en su libro Teoría de los sentimientos morales. Este simpático librito lo pasan muy pero que muy por alto los citados energúmenos.
Otra cosita MUY importante a tener en cuenta es que una cosa es Dar y otra muy distinta es OBLIGAR A RECIBIR. Tratar de comprender esto a mí me ha costado algún que otro disgusto. Pero bueno, cortando cojones se aprende a capar, como dice uno que yo me sé. El generoso, calcula, para procurar no «errar el tiro». No se trata de Dar a destajo sin medida, sino de Dar a destajo calculando dónde está la diana de las verdaderas necesidades del Otro. Cosa harto difícil y para la que puede valer algo tan sencillo como preguntarle qué es aquello que necesita. El gruñón George Bernard Shaw lo clavó cuando dijo eso de: «No hagáis a los otros lo que desearíais que os hagan, pues no tienen necesariamente los mismos gustos que vosotros.» Je.
Así, le EMPATÍA sería esa capacidad de resonar afectivamente con los sentimientos del otro y ser Conscientes de su Ser. La empatía es algo así como el catalizador de los coches, que facilita la transformación del Amor altruista (el deseo de la Felicidad del Otro) en Compasión (el deseo de aliviar los sufrimientos del Otro).
Otra cosita muy cachonda es que el Verdadero Amor y la Verdadera Compasión… ¡no generan desgaste! Mas al contrario: ¡lo reparan! Pero no me hagáis caso a mí, simplemente… ¡haced la prueba! Luego entonces, ¿por qué no actuar así?
Termino con estas agudísimas palabras del sabio hindú del siglo VIII d.C., Shantideva:
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Todas las dichas del mundo
vienen de la búsqueda de la Felicidad del Otro;
Todos los sufrimientos del mundo
vienen de la búsqueda de nuestra propia felicidad.
¿Para qué hacer más comentarios?
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Y yo os regalo esto:
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