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Mi auténtico foco en más de uno de mis ingresos era que me dejasen escuchar en «loop», durante horas y horas seguidas, este mantra, en los interminables kilómetros a lo largo de dos pasillos de 40 metros cada uno, cual león dando vueltas en una jaula, para sobrevivir a cada infierno de casi 1 mes de duración. También lo hizo durante mis paseos de 5 horas en mis años de depresión, ahora ya felizmente difuminados en el tiempo…
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Trataba de no sentir odio hacia lo que me estaba sucediendo, hacia el psiquiatra jefe que me estaba «tratando» —me «pinchaba» continuamente para ver si saltaba y cuando le interpelé por su forma completamente carente de empatía comparada con la de los jóvenes médicos MIR que le asistían, me dijo: «es que cada uno tenemos nuestros métodos«. Helado me dejó. Mi psiquiatra gastaba la típica sonrisa hipócrita permanente que cautivaba socialmente a todo el mundo. Para rematarlo todo, pertenecía a la típica organización ultracatólica de buenrollismo bienpensante y pederastia circundante. Je. Un ciudadano modelo a ojos de la plebe, así que, ¡cómo podía estar equivocado su marco referencial en torno a la «Una, Grande y Libre Realidad© ℗®™…¡HEIL!«.
Mi psiquiatra en aquel infierno era la viva definición de un psicópata de manual. Así que yo trataba de respirar hondo… 🙄 — y, muy especialmente, no deseaba sentir odio hacia la Vida, algo tan precioso para mí en este momento de mi Existencia.
Los más viejos del lugar ya sabéis que no me declaro ni budista, ni deísta, ni ateo sino agnóstico —desde lo mental/intelectual— al respecto de la «idea» de Dios, que primero habría que saber definir con precisión. El agnóstico simplemente se encoge de hombros y menciona las tres palabras tabú cuando se habla de la «idea» de Dios:
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NO. LO. SÉ.
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Sin embargo sí resueno con la INTENCIÓN de millones de Seres Humanos que en el Mundo han sido de aliviar el sufrimiento a otros Seres Humanos: COMPASIÓN. BONDAD.
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Ese sí que es un auténtico EGRÉGOR al que vale la pena unirse. Opinodeque.
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Así que nada, para balancear ese odio que me rasgaba el Alma, me pinché mis buenas dosis de Avalokiteshvara en vena. El Bodhisatva de la Compasión Infinita.
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Relato mahāyāna
Según la doctrina mahāyāna, Avalokiteśvara es el bodhisattva que hizo un gran voto para escuchar los ruegos de todos los seres sensibles en momentos de dificultad y posponer su propia budeidad hasta haber ayudado a cada ser sobre la tierra a alcanzar el nirvana. Entre los sutras majaianas asociados con Avalokiteśvara aparecen: el Sutra del corazón y el Sutra del loto, particularmente el 25.º capítulo, el cual es a veces referido como el Sūtra-avalokiteśvara.
Las seis formas de Avalokiteśvara en el mahāyāna 天臺六觀音 (Tiāntái liu Guānyīn) son:
- 大悲觀音 gran compasión,
- 大慈觀音 gran bondad,
- 獅子無畏觀音 valiente como león,
- 大光普照觀音 luz universal,
- 天人丈夫觀音líder de los dioses y de los hombres,
- 大梵深遠觀音, 大梵至聖觀音 el gran Brāhma omnipresente.
Cada una de estas seis cualidades de este ‘’bodhisattva’’ rompe los respectivos obstáculos 三障 de los 6 mundos budistas: infiernos, Pretas (espíritus hambrientos), animales, asuras (titanes), hombres y devas (dioses).
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Esta Mantra es muy poderoso, una de las más poderosas de todo el Budismo, porque contiene toda la esencia. Ejerce cierta energía sobre el que la recita, y sobre el que la escucha, actuando sobre nosotros a un nivel superior e imperceptible. Liberándonos y liberando nuestras mentes, de las cadenas de la ignorancia y del sufrimiento.
Avalokiteshvara, El Gran Bodhisattva de la compasion: alguien que retrasa su liberación con el fin de ayudar a otros a alcanzar la meta.
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¡Adoración al Triple Tesoro!
¡Adoración a Avalokitesvara, el Bodhisattva – Mahasattva, que es el gran Compasivo!
¡Om, a quien realiza un salto más allá de todos los temores!
Luego de adorarle, ¡que yo entre en el corazón del de cuello azul, conocido como el noble Avalokitesvara!
Aquel significa el complemento de todo significado, es puro, es lo que hace victorioso a todos los seres y limpia el sendero de la existencia.
Así:
¡Om, el vidente, el que trasciende al mundo!
¡Oh, Hari el Mahabodhisattva!
¡Todo, todo!
¡Mancilla, mancilla!
¡La tierra, la tierra!
Es el corazón.
¡Haz, haz el trabajo!
¡Sostén firme, sostén firme!
¡Oh gran vencedor!
¡Sigue, sigue!
¡Yo sigo!
¡A Indra el creador!
¡Mueve, mueve, mi sello inmaculado!
¡Ven, ven!
¡Oye, oye!
¡Brota en mi alegría!
¡Habla, habla! ¡Dirigiendo!
¡Hulu, hulu, mala, hulu, hulu, hile!
¡Sara, sara! ¡siri siri! Suru, suru!
¡Despierta, despierta!
¡Despierto, despierto!
¡Oh misericordioso, de cuello azul!
¡De los audaces, a los jubilosos, salve!
¡Al venturoso, salve!
¡Al gran venturoso salve!
¡A quien alcanzó el dominio de la disciplina, salve!
¡Al cuello azul salve!
¡Al de rostro de jabalí, salve!
¡Al de cabeza y faz de león, salve!
¡A quien sostiene un arma en su mano, salve!
¡A quien sostiene una rueda en su mano, salve!
¡A quien sostiene un loto en su mano salve!
¡Al remoto-causante, de cuello azul salve!
¡Al benefactor referido en este Dharani que empieza con “Namah”, salve!
¡Adoración al Triple Tesoro!
¡Adoración a Avalokitesvara!
¡Salve!
¡Que éstas plegarias sean venturosas!
¡A esta fórmula mágica, salve!
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Os lo dejo por aquí. Quizá a alguien le ayude como me ayudó a mí.
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Namo Ratna Trayaya, Namo Arya Jvana Sagara, Vairochana, Byuhara Jaya Tathagataya. Arahate, Samyaksam Buddhaya. Namo Sarwa Tathagate Bhyay, Arahata Bhyah, Samyaksam Buddhe Bhyah. Namo Arya Avalokite, Shoraya Bodhisattvaya, Maha Sattvaya, Maha Karunikaya, Tadyata, Om Dara Dara, Diri Diri, Duru Duru, Itte We, Te Chale Chale, Prachale Prachale, Kusume, Kusuma Wa Re, Ili Milli. Chiti Jvala Mapanaye Shoha.
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Bonustrack:
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Sé y Haz. 
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