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Pues nada, que cuando estaba viviendo en Londres y coincidió que durante una temporada, entre curro y curro, tuve mucho tiempo libre, me dio por analizar el Dark Side of the Moon en el foro de Ingenieros de Sonido más importante del mundo, el de Steve Hoffman, una leyenda de tipo (sus catálogo de remasterizaciones DCC Gold son míticas).
El DSotM se considera el disco «audiófilo» perfecto, con el que se prueban los equipos de audio de todo el orbe a nivel profesional, por su calidad quasi-infinita de sonido, cortesía del Ingeniero de Sonido Alan Parsons (sí, el mismo de Alan Parsons Project). Yo cada vez que me compro un «juguetito» audiófilo nuevo, lo pruebo siempre con el Time. Y uno de los truquitos para discernir cuál es el CD original está en el Time, precisamente… 😉
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Mi «obsesión» (y la del 100% de los giñeros del foro) era la de encontrar el mejor Máster de entre todos los CDs del DSotM disponibles en el mercado, que eran unos cuantos. El que mejor sonara. El más fiel al original no, el maldito Máster original tal y como fue concebido en los estudios Abbey Road en Londres (estudios que fue a visitar Alejandro Jodorowsky mientras grababan DSotM para proponerles hacer la banda sonora de Dune, y que ellos aceptaron, por cierto…).
El SANTO GRIAL de todos los CDs del Mundo Mundial Multiversal, vamos.
Así que nada, me fui a un Direct Hub++ con varios miles de usuarios y me descargué todos los ficheros .log del EAC (básicamente, un fichero de texto con los registros del ripeado de cada CD). Me hice con 300ypico. Di en razonar (esto fue en 2005, no existían ni YouTube, ni Spotify, ni ná de ná todavía… supongo que mi método a alguien se le habría ocurrido antes, o al menos es la forma que tienen de identificar discos en apps como el Shazam y similares o la forma que tiene YouTube de identificar pistas de sonido con derechos de autor, p. ej….) que cada CD debería de tener una «huella digital» o fingerprint diferente, en función de los picos en decibelios de cada pista. A partir de su análisis descubrí que en el mercado existían 11 huellas de sonido diferentes de entre esos 300ypico CDs. Vamos, que tú te ibas a la tienda, pedías un CD del DSotM al azary podía sonar de 11 formas diferentes, debido a las diferentes versiones/remasterizaciones de cada uno, pese a que tu dinero era el mismo contante y sonante, te compraras el CD que te compraras.
Bien, pues descubrí que en el mercado underground de piratas japonés se estaban vendiendo copias que decían ser el Máster original, pero a precios desorbitados (400 euros y burradas así). Me puse a analizar uno de ellos y vi que su huella digital era absolutamente equivalente a algunos de los CDs que costaban… 9 euros!!! Y sucedía también al revés, que había CDs de 9 euros que se estaban vendiendo por 400!!! Vamos, ¡un escándalo!
Mis investigaciones las hice con una tarjeta de sonido súpercutre y unos auriculares de 20 euros. Claro que, no me hacía falta más. Expuse la investigación en el foro y, como era de esperar, se lió. De hecho, me banearon un par de veces… }:-D
Entre giñeros de sonido con equipos de varios minolles de euros no eran capaces de discernir lo que yo no-tan-humildemente estaba exponiendo. Lo único que les interesaba era que les dijera cuál era la copia original de entre todas las 300. Pero a vuestro qüerido y bendito tito n0sce, le apeteció trolearles un poco, así que se lo calló cual meretrixxx al Sol de un Lunes que más calienta. 🙄
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Pink Floyd – Dark Side of the Moon, the BIG thread: in search of the Holy Grail CD
devhd4 = yo
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